Breve Historia de la Economía, Niall Kishtainy

El libro no es excesivamente voluminoso, pero por sus páginas pasan 2.000 años de pensamiento económico: desde la ventaja competitiva a la inequidad económica, pasando por el desempleo, la demanda agregada o la inflación.

Se trata de una gran introducción a la economía que, además de impactante y amena, brinda una completa visión de la contribución de los economistas a la comprensión del mundo. En esta entrada hablaremos de uno de ellos: John Nash (1928-2015) y relacionaremos solo dos capítulos de los 40 que nos ofrece este libro.


¿Qué harías en el dilema del prisionero? ¿Y si fueses EE.UU o la Unión Soviética en 1995?

Imaginemos a dos países que se amenazan con volarse e pedazos. Uno de ellos se arma con misiles que apuntan a su enemigo porque uno lo hace, el otro también. Cada país intenta ganar ventaja comprando armas. El resultado es una carrera armamentística.

La carrera armamentística es un ejemplo de la teoría de juegos, un campo de las Matemáticas y la Economía que surgió en las décadas de 1940 y 1950. La teoría de juegos observa cómo los países, las empresas y las personas se comportan en situaciones en las que lo que las acciones de un bando afectan al comportamiento del otro.

Cada bando necesita decidir qué medidas tomar, teniendo en cuenta lo que su enemigo puede proceder, lo llamamos la interacción estratégica, nos influenciamos entre nosotros y por consiguiente decidimos qué hacer ante las acciones de nuestro enemigo.

Esta teoría la podemos aplicar desde juegos como "piedra, papel o tijera" hasta la búsqueda de ganancias mediante negocios y guerras entre naciones, o, mejor, sobre lo que vamos a hablar nosotros: el dilema del prisionero y la Guerra Fría.

Después de la Segunda Guerra Mundial, EEUU y la Unión Soviética se convirtieron en archienemigos: los dos bandos participaban en una carrera armamentística y se amenazaban entre sí con letales armas nucleares.

Durante la Guerra Fría, el ejército de EEUU pagó  investigaciones en áreas útiles para la seguridad nacional, y la teoría de juegos fue una de ellas.

Imagine que usted en un general y que debe decidir si adquirir más bombas. ¿Cómo decide qué hacer?Una vez consciente de lo que usted y su enemigo harán, se puede decir cuál será el resultado del juego: todos compran bombas, nadie compra bombas o algún otro resultado.


En 1950, un matemático de nombre John Nash, pensó en una solución.



La idea de Nash se convirtió en la más importante de la teoría de juegos y todavía se sigue usando hoy. Dijo que el resultado de un juego (su equilibrio) es aquel en el que cada jugador hace lo mejor teniendo en cuenta lo que el otro jugador hace. Cuando todos hacen eso, nadie tiene razones para cambiarlo que está haciendo, alcanzando por consiguiente el equilibrio del juego. Nash demostró que la mayoría de los juegos tienen un equilibrio; lo que llegaría a conocerse como equilibrio de Nash.

La carrera armamentística es una versión de un juego muy famoso, el dilema del prisionero, que inventaron matemáticos del RAND.

En este juego, arrestan a dos gánsteres por robar un banco. La policía no tiene muchas pruebas pero sabe que al menos puede condenarlos por evasión fiscal. Interrogan a los gánsteres por separado; cada uno confiesa el asalto o lo niega. La policía les dice :

-Si alguno de ellos confiesa y el otro lo niega, se considerará que el que lo negó es el cabecilla y se usará al confesor como testigo en su contra. 

-Aquel que lo niegue recibirá una larga condena en prisión de veinte años y recompensarán al confesor liberándolo.

-Si ambos niegan el robo, cada uno recibirá cuatro años de prisión por evasión fiscal; si ambos confiesan, recibirán una condena moderada de diez años.

¿Qué deberían hacer los gánsteres? Supongamos que uno de ellos cree que su socio va a confesar. Negar el asalto sería algo desastroso porque recibiría una sentencia de veinte años, por lo que sin duda debería confesar. 

Supongamos, por otro lado, que cree que su socio negará el crimen. En ese caso también debería confesar porque obtendría su libertad. Si ambos razonan así ambos confesarán el crimen. El dilema del prisionero tiene un equilibrio claro: ambos gánsteres confiesan.

Sin embargo hay algo extraño en este equilibrio. Los jugadores dan su mejor respuesta pero terminan en una posición que no es la mejor que tienen a su disposición. Que los dos nieguen el asalto es mejor para ambos pero no es el equilibrio: cada uno siempre tiene un mejor resultado si engaña a su socio y confiesa con la esperanza de que lo liberen. Al actuar racionalmente, los gánsteres obtienen un peor resultado del que podrían obtener.

Lo mismo ocurre con la carrera armamentística: el resultado del juego es que ambos países amplían sus existencias de misiles. Al final, ninguno tiene una ventaja sobre el otro, pero ambos han gastado cantidades inmensas armándose. Hubiera sido mejor si ninguno hubiera comprado ningún misil en primer lugar.

La teoría de juegos permitió a los economistas analizar situaciones de todo tipo, más complejas y realistas, en las que las personas y las empresas, efectivamente, deben ser más astutas. El método de Nash para analizarlas se usa ahora en casi todas las áreas de la Economía. En 1994 recibió el Premio Nobel de Economía en reconocimiento por esta idea verdaderamente revolucionaria.